Hoy he despertado al nuevo sol con el sonido de tu risa, esa que me enloquece, que me pierde y me tortura. Desperté con el trazo de tu columna vertebral junto al corazón y con tu silueta de Quijote entre mis brazos.
Qué más puedo pedir, qué más puedo desear. Siempre soñé con el momento de estar a tu lado, de perderme en el mar de un mutuo abrazo, y el momento ha llegado.
¿Permanecerá? No lo sé, sólo sé que te tengo aquí a mi lado y por el momento el tiempo no me importa, lo dejaré avanzar mientras continuamos abrazados. Y al final de cuentas el día se desvanecerá para darle posada a la noche una vez más...
2 comentarios:
UFFFFF! Tus escirtos escuecen más que nunca en este momento, pero es perfecto, como siempre.
Y como siempre me encanta ser un oasis en el que puedas reposar tus ojos...besos!!
Publicar un comentario