No existe un mundo, un lugar, un hogar al cual podamos llegar. No existe una hora, un minuto...un segundo que nos pertenezca a los dos. El tiempo no nos permitió conocer el mismo amanecer en este mundo. Nos negó la posibilidad de la aprobación. Y nosotros, renuentes a aceptar la realidad de los demás, escapamos por la ventana.
Somos fugitivos del destino, arquitectos construyendo un nuevo camino...un camino para dos!
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Y que ese camino no acabe. Y si acaba, que lleguemos juntos y podamos cogernos de la mano antes de cerrar los ojos y saltar al vacío.
Amén por eso...siempre es una gran felicidad recibir tus comentarios, eso siempre ayuda para buscar la inspiración...
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